La diabetes y la obesidad, dos factores de riesgo de enfermedad cardíaca, están aumentando entre los adultos jóvenes en los EE. UU., según un estudio recientemente publicado de aproximadamente 13,000 personas de 20 a 44 años de edad.
La prevalencia de diabetes subió del 3% al 4,1%; la obesidad se disparó del 32,7 % al 40,9 %, según el estudio, publicado el domingo en el Journal of the American Medical Association , que utiliza datos de 2009 a 2020.
Los resultados muestran “una carga alta y creciente de la mayoría de los factores de riesgo cardiovascular en los adultos jóvenes de EE. UU., especialmente en las personas negras, hispanas y mexicoamericanas”, dijeron los autores, Rishi K. Wadhera, Rahul Aggarwal y Robert W. Yeh de Harvard Medical. School y Karen E. Joynt Maddox de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington.
Los autores del estudio dijeron que sus hallazgos resaltan la necesidad de intensificar los esfuerzos de intervención clínica y de salud pública que se centran en medidas preventivas para adultos jóvenes.
Además de las enfermedades cardíacas, las tendencias indican que más adultos jóvenes corren un mayor riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular e insuficiencia cardíaca, problemas de salud potencialmente fatales y de por vida, según el estudio.
La detección de diabetes en grupos de edad más jóvenes podría significar diagnósticos más tempranos y un tratamiento más rápido, proponen los autores.
“Dadas las altas tasas de complicaciones de la diabetes en los EE. UU., identificar y mitigar el riesgo en los adultos más jóvenes podría tener implicaciones posteriores para la salud cardiovascular y otras enfermedades relacionadas con la diabetes, como la enfermedad renal, la infección y el cáncer”, dicen.
El estudio también analizó las tasas generales de hipertensión, que experimentaron un ligero aumento pero no alcanzaron significación estadística.
Pero los adultos mexicoamericanos enfrentaron un aumento significativo de la diabetes y la hipertensión, dijeron los autores, y otros adultos hispanos también experimentaron un aumento significativo de la hipertensión. Los alimentos con alto contenido de sodio y ultraprocesados, además de las barreras socioeconómicas que dificultan el acceso a alimentos saludables, probablemente impulsaron el aumento, según los autores.
“Se necesitan esfuerzos de salud pública culturalmente apropiados e informados por la comunidad para abordar el aumento de la diabetes entre los adultos mexicano-estadounidenses”, dijeron.
La prevalencia de la hipertensión en los adultos negros jóvenes fue “más de 2 veces mayor que en todos los demás grupos raciales y étnicos, sin mejoras durante el período de estudio”, encontraron los investigadores. Esto puede conducir en parte a altas tasas de accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca y enfermedad renal hipertensiva, dijeron.
Los autores del estudio señalaron el racismo estructural como la raíz probable de las desigualdades sociales que impulsan las tendencias entre los negros. Los autores recomendaron formas de abordar las brechas de salud, que incluyen: intervenciones dirigidas por farmacéuticos en barberías negras, iniciativas del sistema de salud a gran escala que detectan y tratan la presión arterial no controlada para adultos jóvenes negros, mayor acceso a la atención primaria y más espacios verdes para ejercicio regular.